IA y salud
IA generativa y conversacional de Google para mejorar la salud global

Irene Carretero
Google ha manifestado su esfuerzo por ser más útil para el planeta en materia de salud con sus productos y servicios. El objetivo de la empresa es utilizar la tecnología avanzada y la IA generativa para mejorar la salud de las personas, a través del estudio y procesamiento de datos de texto, imágenes o sonidos.
A través del uso de la tecnología, el buscador pretende democratizar la ciencia para todo el mundo y así contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas.
Uso de la inteligencia artificial en ciencia
Con la IA generativa se puede mejorar la atención clínica de los pacientes en todo el mundo, ofreciendo información creíble y accesible y apoyando iniciativas públicas de salud y nuevos descubrimientos científicos, afirma Google en un comunicado.
De hecho, pone como ejemplos algunos hitos que ya se han conseguido gracias a la contribución de la inteligencia artificial, como el Premio Nobel a Demis Hassabis y John Jumper (de Google DeepMind) por predecir la estructura de casi todas las proteínas conocidas hoy en día, gracias al modelo de IA AlphaFold2, que descifró las casi 200 millones de proteínas que se conocen, todo un hito para la ciencia.
Otros modelos, como Med-Gemini, consiguen un 91,1% de precisión interpretando escáneres 3D, informes radiológicos y respondiendo a preguntas médicas.
No es de extrañar que Google se tome en serio la veracidad de las fuentes que aparecen en su buscador, y que para ello haya ideado las políticas E-E-A-T para evaluar la calidad del contenido de una web. Según expone en su comunicado, cientos de millones de personas utilizan la búsqueda de Google cada día para obtener respuestas relacionadas con la salud y unas 200.000 millones de visitas en el caso de YouTube.
La inteligencia artificial es una gran aliada para mejorar la atención clínica a través de la detección de enfermedades, hacer diagnósticos más precisos y contribuir a nuevos descubrimientos y avances de tratamientos en medicina. No es solo una mejora para nuevos avances, sino que la IA también puede ayudar a reducir listas de espera o repetidas visitas y pruebas hasta dar con la enfermedad concreta, ya que en unos minutos es capaz de dar un diagnóstico.
Algunos ejemplos del uso de la IA de Google en medicina
La IA todavía tiene que dar el salto del laboratorio a la vida real, con el objetivo de mejorar la asistencia sanitaria y ponerse al servicio del bienestar de las personas para mejorar los tratamientos.
Por ejemplo, el Premio Nobel que te comentábamos antes, que utilizó la IA para descifrar la estructura de millones de proteínas, está ayudando a conocer mucho más sobre el tratamiento de enfermedades como el Parkinson o la malaria, cómo gestionar la contaminación a causa del plástico o ayudar al abastecimiento global de alimentos.
Todos estos avances antes eran inimaginables, siendo necesarios centenares de millones de años de investigación para poder llegar a conclusiones que la IA ha reducido en un tiempo récord. El modelo AlphaFold se ha puesto a disposición de más de 2 millones de investigadores de 190 países para contribuir en la investigación de diferentes enfermedades.
Actualmente la IA de Google ya está ayudando en el ámbito sanitario en países como la India, facilitando la detección de la tuberculosis en un país con una de las tasas más altas del mundo, gracias a los sonidos de la tos con un modelo bioacústico de inteligencia artificial, llamado Health Acoustic Representations (HeAR). También hay otros modelos que ayudan en la detección precoz del cáncer de mama o que permiten un mejor acceso a las ecografías en un mundo en el que cada 2 minutos muere una mujer durante el embarazo.
Med-Gemini ya está ayudando a sintetizar la información y aplicarla en campos como la radiología o la dermatología, reduciendo los tiempos de especialistas en situaciones reales con pacientes.
¿Qué podemos esperar de la IA en un futuro en el ámbito sanitario?
A pesar de los grandes pasos y constantes cambios de la IA, todavía se puede mejorar mucho más para lograr mayor precisión y personalización de la información. Quedan ámbitos por explorar, como el análisis predictivo (muy útil en los diagnósticos de cáncer, por ejemplo), la genómica (campo que estudia el mapeo y estructura del ADN) o el diagnóstico de multitud de enfermedades.
Google sigue investigando para mejorar el futuro de la ciencia con la IA diagnóstica y modelos como el Articulate Medical Intelligence Explorer (AMIE), diseñado para potenciar una IA conversacional que sea capaz de dialogar con los pacientes para dar una mayor precisión en el diagnóstico, a través del historial clínico de la persona. Lo cierto es que ya se han hecho pruebas y el modelo de LLM ha resultado ser más preciso que los equipos médicos, pero todavía queda por investigar y tomar con cautela estos resultados. No obstante, esto nos da una pista de lo que está por llegar.
Otras herramientas de Google como Fitbit y Pixel Watch (reloj) están diseñadas para seguir la actividad física y detectar cualquier anomalía que podamos tener, ya que mide la frecuencia y los ritmos cardíacos, la calidad del sueño o la pérdida de pulso, lo que nos permite tener información sobre nuestro cuerpo de una forma que antes solo podía ser posible mediante pruebas clínicas. Más de 10 millones de usuarios utilizan las notificaciones de Fitbit para enterarse de síntomas sobre fibrilación auricular, una de las principales causas del ictus. En Europa este sistema ya está conectado para llamar a las autoridades sanitarias en caso de detección de pérdida de pulso o desmayo.
En este sentido hay estudios como el Wearables for Metabolic Health (WEAR-ME), que compara los datos biométricos y de comportamiento recopilados con la información sanitaria de Quest Diagnostics, lo que en un futuro podría traducirse como una detección precoz de enfermedades metabólicas o posibles riesgos de salud antes de que se conviertan en algo más grave.
Google Workspace, Google Cloud, Fitbit, Pixel, Google Search, YouTube, Google Ads (para destacar productos confiables y controlados por las políticas de Google), DeepMind o Wallet son algunas de las herramientas que incorporan la IA para mejorar los servicios de la empresa de Silicon Valley.
En el futuro nos espera una mayor precisión y uso de la IA generativa y conversacional en los procesos médicos, así como una posible colaboración entre las instituciones sanitarias para mejorar las herramientas de diagnóstico y tratamiento.